lunes, 16 de marzo de 2009

AGUILA ROJA Y LOS LLORONES DE LOS GOYA

En la pasada gala de los Goya, la presidenta de la academia, una tal Angeles Gonzalez Sinde, nos obsequió con un estupendo discurso en el que dijo, entre otras perlas cosas como que
“tenemos que seguir peleando para que las descargas ilegales no nos hagan desaparecer”.
Curioso que algunos sigan diciendo que es ilegal algo que no lo es, y mas curioso todavía que asocien su desaparición a las descargas de contenidos cuando, en adslzone se puede leer esto:
“Entre las 100 películas más descargadas en HispaShare.com (uno de los portales de descargas P2P más populares) sólo hay películas 5 españolas: Mortadelo y Filemon. Misión salvar la tierra, Los crímenes de Oxford, El orfanato, REC y Fuera de carta.”
Dicho en román paladino, que el cine español no interesa ni gratis, mucho menos pagando siete eurazos por una entrada de cine.
Pero hay mas, también dijo que

“necesitaremos echar mano de grandes dosis de voluntad, esfuerzo e imaginación”
Mira por donde, en esto tiene razón, si le pusieran algo de voluntad, esfuerzo e imaginación harían películas decentes, no los bodrios que suelen perpetrar.
Se quejan de que su negocio va mal. Pues insultar al público, o sea a sus clientes potenciales, no me parece la mejor manera de solucionarlo.
Dicen que la policía debería intervenir para protegerles. Hombre, vale que alguien que descargue “Los girasoles ciegos” debería hacerselo mirar, pero meterlo en la carcel me parece pasarse.

A todo esto, desde el patio de butacas, pudimos ver al ministro de la $GA€, César Molina, aplaudiendo las ocurrencias de la señora presidenta. Bonito cuadro, solo faltaban Teddy Bautista y Ramoncín haciendo manitas en la fila de los mancos.
A estas alturas del post, uno podría preguntarse ¿que coño tiene que ver Aguila roja con todo esto? Pues si que tiene que ver, siga leyendo, la explicación está un poco mas abajo.
Yo había dejado hace tiempo de ver emisiones de TV porque es mucho más comodo bajarme temporadas completas de series y verlas cuando me apetece, comodamente y sin anuncios. Y si me pilla un "continuara..." de esos cabrones que te dejan colgado en lo más interesante, pues me veo el siguiente capítulo y listo. (Bendito HTPC). Pero reconozco que con Aguila roja me he vuelto a enganchar y allí estoy cada jueves para ver las andanzas de Gonzalo de Montalvo y sus compañeros.
Todo hay que decirlo, que Aguila roja no es una maravilla del séptimo arte está claro. Que echa mano de todos los tópicos del subgénero de capa y espada y del género de aventuras, también. Que la serie peca de algo inocente a ratos, pues también.
Pero está todavía mas claro que la seríe es entretenida como pocas, que los actores lo hacen bastante bien, la ambientación está bastante cuidada y su calidad general está muy por encima de la mayoría de series españolas.
Uno no está de humor todos los días para ver "Hasta que llegó su hora" o "2001, una odisea del espacio". Aunque sean dos obras maestras, hay veces en las que a uno le apetece ver una historia donde los buenos son buenos, los malos son malos y los buenos hostian a los malos y se quedan al final con la chica. Y si encima esta buena, pues tanto mejor. Si uno quiere ver historias donde ganen los malos no hay mas que poner el telediario un día cualquiera.
En esta serie tenemos una historia de venganza por la muerte de la mujer del protagonista, un malo que podría ser el sheriff cabrón de cualquier clásico del oeste, un fiel escudero que pone el contrapunto gracioso al heroe, serío él, una conspiración para matar a un rey, un hijo rebelde que no obedece ni a tiros, un monje misterioso que aparece y desaparece como un Bruce Wayne cualquiera, un pasado oscuro con aprendizaje ninja incluido, que esperemos que algún día nos cuenten. Todo esto nos suena a repetido hasta la saciedad pero vale mas repetir tópicos y hacerlo entretenido, que hacer un truño infumable y aburrido por querer ir de original, cosa que, a estas alturas de la película, resulta bastante dificil, cuando no imposible.
"A los hechos me repito": mas de cinco millones de audiencia en el estreno y cuatro millones largos el resto de capítulos. Conclusión: Cuando las cosas se hacen bien y el producto, sea serie o película, es entretenido, el público responde.
Hitchcock lo tenía claro: "No aburrir jamás". Parece que nuestros grandes autores de pajas mentales subvencionadas no aprendieron gran cosa del maestro. Es mas facil hacer películas que aburren a los culebrones, eso si con el dinero de todos, y luego decir que "La culpa es del internes"

Pais...

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